Si alguien a quien quieres, da igual quien sea, un amigo, un familiar, tu pareja o simplemente alguien especial, te ha dejado alguna vez ya sabrás lo que se siente.
Sabrás que es un dolor difícil de curar, que muchas veces no lo consigues y sencillamente aprendes a vivir con él.
Sabrás lo que es pasarse días tumbado en la cama llorando y aferrándote a los recuerdos y pidiendo a Dios que por favor no desaparezcan, que no te quite lo poco que te queda de esa persona. Aunque a veces recordar duela, no puedes evitar que te encante ese sabor dulce y a la vez amargo que éstos te dejan.
Un recuerdo es más que un simple recuerdo, es revivir los momentos que compartiste con esa persona y sentir de nuevo cada beso, cada caricia, el cosquilleo en tu estómago cuando te mira y te sonríe; y es entonces cuando aprecias cada pequeño detalle que en su momento dejaste pasar sin darte cuenta. Y quieres volver atrás y decirle a esa persona lo mucho que te gusta su cara al dormir, la sensación tan bonita que te produce cuando te mira fijamente recorriendo y analizando cada centímetro de tu cara, como si estuviera memorizando cada uno de tus lunares, cada una de tus pestañas o la forma de la comisura de tus labios cuando no puedes evitar que se escape una sonrisa al saber que te está mirando, la comisura de los labios que esconden los miles de besos que no te atreviste a darle y hoy se lamentan por no haberlo hecho.
.
Y aunque me pierda antes de salir,mirando el lado bueno, tengo el defecto de sonreír, sólo por no estar muerto. No hay mas razón que un corazón siempre loco por vivir, voy jugando mi baraja y nunca se la carta que me va a salir, pero por suerte o por desgracia, cuando me haces falta siempre estás ahí.

:)